Mi propio espacio para decir lo que pienso, acerca de muchas cosas ... y lo mejor, sin censura!!!

miércoles, 1 de junio de 2011

forever alone (sexta columna oficial)

Hoy lo he decidido, hay un montón de cosas que voy a cambiar en mi vida, la alimentación por ejemplo (quiero bajar unos cuantos kilitos, por salud más que por vanidad, nótese) y las horas de estudio diarias, para que el título llegue pronto. Pero lo más importante, voy a dejar de creerme el cuento que siendo soltera estoy mejor.

Dejando de lado los touch and go y los remember, desde hace ene tiempo que mi status paso de ser fuckin’ bitch a simplemente forever alone. Y haciendo memoria, la última relación seria que tuve, terminó hace unos 3 de años con el nacimiento de la Emi.

¿Qué se hace cuando la soltería se instaló con monos y petacas en tu vida, Cuando patudamente mueve las piezas de tu ajedrez a su antojo? Al comienzo le abrí la puerta, era lo mejor de la vida. No quería a nadie en mi vida haciendo desmanes con mi libertad de salir y de hacer lo que quisiera (siii, esa de la que les hablé la vez pasada).

Pero una se va sintiendo sola, veo a mis amigas, muchas casadas, emparejadas o simplemente pololeando. En mi casa el tema de mi soltería ya es tema de estado, “se te está pasando el tren” han dicho un montón de veces. La última vez alcancé a escuchar una conversación de mi abuela con una amiga donde le decía, “y como va a estar pensando en casarse si ni siquiera tiene un pololo, yo ya perdí la esperanza con esta chiquilla”.

Y con declaraciones como esas, no sé si es la soledad la que me mueve a cambiar mi situación sentimental o el deseo de agradar a quienes miran mi carnet con cara de preocupación. A la edad que tengo (no les diré eso aún) muchas mujeres disfrutan de su soltería, otras tantas ya están llenas de cabros chicos, por lo que en teoría me encuentro en la mitad, no aumento completamente los porcentajes de uno u otro grupo. ¿A quién le hago caso? ¿A mi familia, a mi corazón o a las estadísticas?

Siendo sincera no estoy enamorada, pero sí hay alguien que me mueve el piso de forma casi grave, eso sí, entre él y yo hay un mar de diferencias. Mientras yo, si él quisiera, podría darle el mundo, él se dedica a mirar al lado, hacerse el loco y aplicar la tontería con tal de evitar la seriedad en nuestras conversaciones.

No quiero creer que sea por culpa de él que estoy como tonta escribiéndoles esto, pero creo que ya es tiempo de ponerme seria y hacerle caso a mi corazón.

Ya no quiero seguir frecuentando lugares llenos de parejas y escuchar el típico “¿Espera a alguien?”, ver como por mi lado pasan tortolitos de la mano y eso de escuchar a mis amigas lo felices que son con su conquista de turno.

Quiero algo en serio, no esos pololeos quinceañeros que en nada vienen a aportar a mi vida, quiero que llamen en las mañanas sólo para decirme, “Hola ¿cómo estás?”.

En conclusión, mis queridos lectores, mi meta desde hoy es dejar de pertenecer al grupo de los solteros empedernidos. Ya no más mi discurso que estando sola lo paso mejor.

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Adiós